Aprende todo sobre el cuidado de tu Ficus Altísima con nuestra guía.
El Ficus altissima, también conocido como “Ficus Amarillo” o “Ficus Banana”, es originario del sudeste asiático y es famoso por sus grandes hojas verdes con toques amarillos y bordes más claros. Este árbol, pariente cercano de la higuera y el árbol de caucho, aporta un toque tropical y vibrante a interiores y jardines. Gracias a sus tonos verdes y amarillos, esta planta se convierte en un punto focal en cualquier espacio, siendo ideal para quienes buscan una planta llamativa y elegante.
*Nuestras guías y consejos son sólo orientativas. Creemos en crear una cultura donde nunca dejemos de aprender a cuidar nuestras plantas y que juntos formemos parte de una comunidad al natural.
Iluminación
Prefiere luz indirecta brillante. Colócala en una habitación con ventanas grandes o cerca de una ventana orientada al este o al oeste. Si bien puede tolerar algo de sol directo por la mañana, evita el sol fuerte de la tarde para prevenir quemaduras en las hojas.
Riego
Riega cuando el sustrato esté seco en los primeros 3-5 cm. Un riego de unos 300 ml cada 1-2 semanas es ideal, aunque puedes ajustar según el ambiente. Introduce tu dedo en el sustrato para verificar si necesita agua: si está seco a esa profundidad, es momento de regar. Es importante no encharcar, ya que el Ficus altissima es susceptible al exceso de agua.
Tierra
Elige un sustrato bien drenado y rico en materia orgánica, como una mezcla para plantas de interior con un poco de perlita. Fertiliza cada 4-6 semanas durante la primavera y el verano con un fertilizante equilibrado para plantas de follaje, evitando el exceso de fertilización en otoño e invierno.
Humedad
Prefiere un ambiente con humedad media a alta, entre 50%-60%. Puedes rociar sus hojas de vez en cuando o ubicarlo cerca de un humidificador para mantener su follaje sano, especialmente en climas secos o en invierno, cuando la calefacción reduce la humedad.
Tips
Para estimular un crecimiento uniforme, gira tu Ficus altissima una vez al mes para que todas sus hojas reciban luz. Además, limpia las hojas con un paño húmedo cada dos semanas para eliminar el polvo y ayudar a que absorban mejor la luz. ¡Este pequeño esfuerzo mantendrá su follaje brillante y su color vibrante, haciendo que destaque en tu hogar!