Aprende todo sobre el cuidado de tu Cactus órgano con nuestra guía.
El Cactus Órgano, conocido científicamente como Stenocereus thurberi, es originario del desierto de Sonora y es popular en jardines por su porte imponente y su capacidad para crecer en grupo formando una especie de “órgano” natural. Este cactus puede llegar a medir varios metros de altura en condiciones óptimas, y su forma alta y columnar lo convierte en un símbolo de los paisajes áridos.
*Nuestras guías y consejos son sólo orientativas. Creemos en crear una cultura donde nunca dejemos de aprender a cuidar nuestras plantas y que juntos formemos parte de una comunidad al natural.
Iluminación
Como buen cactus, el Cactus Órgano prefiere luz directa. Colócalo en un lugar donde reciba al menos 6 horas de sol al día, idealmente en exteriores o en un lugar con abundante luz solar. Si está en interiores, busca una ventana soleada y gírala ocasionalmente para que crezca de manera uniforme.
Riego
Este cactus es muy tolerante a la sequía y prefiere que el sustrato se seque completamente entre riegos. Riega solo cuando el sustrato esté completamente seco, aproximadamente cada 2-4 semanas, y reduce la frecuencia en invierno. Al regar, asegúrate de que el agua salga por los agujeros de drenaje y evita dejar agua estancada en el plato. Para comprobar la sequedad, introduce tu dedo hasta el fondo del sustrato.
Tierra
Usa un sustrato especial para cactus y suculentas que drene rápidamente. Fertiliza en primavera y verano con un fertilizante para cactus diluido una vez al mes para fomentar un crecimiento saludable. Evita la fertilización en otoño e invierno.
Humedad
El Cactus Órgano no requiere altos niveles de humedad y se adapta bien a ambientes secos. Evita ubicarlo en lugares con mucha humedad, como el baño, ya que prefiere el aire seco.
Tips
Para estimular su crecimiento y ayudarlo a desarrollar sus característicos tallos largos y firmes, colócalo en una maceta que permita un buen drenaje y evita moverlo frecuentemente. Además, si notas que empieza a torcerse, es señal de que necesita más luz. Dale espacio para crecer y, si decides plantarlo en el suelo del jardín, elige un lugar soleado y de suelo bien drenado. ¡Así se sentirá como en su hábitat natural!